El cierre de año del Programa Liberados nos reunió una vez más para celebrar el camino recorrido y renovar el compromiso con una tarea que transforma realidades. El propósito del encuentro fue celebrar el año compartido, reconocer los logros alcanzados; agradecer y destacar la tarea de los voluntarios, que acompañan a las personas liberadas en cada paso de su proceso y las empresas y organizaciones que l junto a los nuestros lo hacen posible: Antel, Heritage, Manpower, Pastoral Carcelaria, Rotary, DINALI. También fue una oportunidad para valorar el compromiso de quienes integran el equipo de Liberados.
La bienvenida estuvo a cargo de Elisa Facio, presidenta de ACDE, quien destacó el crecimiento del programa y brindó un reconocimiento especial a Marcelo Scavuzzo, impulsor desde sus inicios.
Karina Santo, vicepresidenta de ACDE; subrayó el valor de comunicar lo que hacemos para inspirar a otros e invitó a mirar con sensibilidad la realidad de las adicciones, recordándonos que solo atendiendo a la persona de manera integral es posible acompañar procesos de cambio verdaderos.
Inés Arrospide, Country Manager de Manpower Uruguay, refirió la tarea que realizan dirigentes de empresa para sensibilizar a colegas y lograr que estén abiertos a la contratación de personas liberadas.
Por su parte, Liliana Santos, coordinadora de voluntarios, compartió unas emotivas palabras en las que reconoció el camino recorrido, los frutos obtenidos y el rol fundamental de los voluntarios y coordinadores, verdaderos engranajes que sostienen, empujan y dan vida al proyecto, haciendo entrega a cada uno y a las organizaciones de diplomas. Liliana agradeció y destacó además, la labor de Graziana Gelsi, quien se incorporó este año al equipo de coordinación del programa.
Uno de los momentos más significativos estuvo en la voz de Eduardo Ottonelli, coordinador del programa, quien leyó una carta enviada por una persona que aún está privada de libertad. Sus palabras de agradecimiento y testimonio nos recordaron por qué hacemos lo que hacemos y cuánto puede cambiar una vida cuando alguien decide acompañar.
A lo largo de todos los testimonios, hubo un mensaje común: los voluntarios siempre se llevan más de lo que creen venir a dar. Esa reciprocidad, silenciosa y profunda, es el corazón del Programa Liberados.
El encuentro cerró con un espacio distendido en el bungalow, celebrando con conversaciones sinceras y cercanas, el compromiso de cada voluntario y persona liberada, y el valor de seguir construyendo juntos.