Tuvimos el privilegio de charlar con Nicholas Beare, representante de Nobilis, una de las empresas pioneras en sumarse al proyecto Liberados para conocer más la visita al Polo Industrial de la Unidad Nro. 4 (ex COMCAR).
Nicholas Beare, asesor financiero de la empresa socia de ACDE, Nobilis, compartió sus impresiones sobre esta visita que desafió las percepciones comunes sobre el sistema penitenciario y resaltó la necesidad de apoyo y oportunidades para los reclusos que están a punto de ser liberados. Beare, al igual que muchos participantes, llegó a la visita con algunos prejuicios, pero la experiencia le permitió ver un lado menos conocido y más esperanzador del ex COMCAR: el Polo Industrial.
El Polo Industrial: Un lugar de transformación
El Polo Industrial de Santiago Vázquez ofrece talleres de herrería y carpintería, una sede de la Universidad de la República (UdelaR) y programas de enseñanza primaria y secundaria. Los reclusos que están en esta etapa final de su condena viven en una comunidad, no en celdas, y disfrutan de espacios verdes y la oportunidad de aprender habilidades que pueden ser valiosas en su reintegración a la sociedad. En este lugar se encuentran los reclusos que están en el pre-egreso, son un grupo de entre 30 y 40 personas.
Beare compartió sus pensamientos: “Uno tiende a pensar en algo feo cuando piensa en el ex COMCAR, pero esa parte está impresionante. Los reclusos tienen un parque verde, pueden caminar por ahí, no están encerrados, no hay celdas. Es para esas 30-40 personas que en definitiva están prontas para salir.”
La importancia de esta visita radica en la oportunidad de comprender cómo se están abriendo nuevas perspectivas para los reclusos que pronto estarán en libertad, ofreciéndoles la capacitación y las herramientas necesarias para reintegrarse de manera efectiva.
El desafío de la reinserción laboral
Uno de los desafíos más críticos que enfrentan los reclusos es encontrar empleo una vez que son liberados. La falta de oportunidades de trabajo a menudo lleva a altas tasas de reincidencia. Beare destacó que “la idea es que las empresas se involucren y puedan contratar”. Contratar a personas que han estado privadas de libertad puede ser un desafío, pero proyectos como Liberados buscan superar este obstáculo al conectar a las empresas con los reclusos y brindar capacitación y apoyo para su reintegración laboral.
Un cambio de perspectiva
La experiencia fue transformadora para Beare, quien compartió: “La visita resultó ser muy buena, principalmente porque tenía un prejuicio negativo del ex COMCAR. Conocimos el módulo donde viven, donde comen, donde están los talleres. En el paseo nos cruzamos con diferentes reclusos y pudimos charlar con algunos de ellos.”
La participación de las empresas en proyectos como Liberados destaca la importancia de extender una mano amiga a quienes más lo necesitan y brindar oportunidades reales para la reinserción de aquellos que han estado privados de su libertad.
En última instancia, la iniciativa del proyecto Liberados y la participación activa de las empresas resaltan el poder de la compasión y el compromiso para marcar una diferencia significativa en la sociedad. La colaboración es fundamental en la construcción de una sociedad más inclusiva y en la creación de puentes hacia un futuro más prometedor para todos.