Entrevistamos a Favio Debitonto, Director de Grupo RAS e integrante del Consejo Directivo de ACDE para conocer cómo conecta su vínculo con ACDE con su actividad laboral y su día a día.
- ¿Qué te aporta ACDE en tu día a día empresarial?
Lo primero es la alegría de pertenecer a una institución que pregona valores y que me orientan en mis decisiones de cada día. ACDE me genera un sentido de pertenencia y lo digo con orgullo.
Somos seres sociales por naturaleza y necesitamos establecer vínculos con otras personas . Aquí me hacen sentir cómodo y bienvenido, me ayudan a descubrir día a día lo que tengo para aportar sin quedarme en mi zona de confort. Ser parte de ACDE me desafía a liderar con entusiasmo y coherencia . El mundo de hoy y nuestra sociedad en particular necesita de nuevos estilos de liderazgo para asumir los retos del presente.
Lo segundo es que me desafía a ser mejor empresario y a contribuir a la mejora de la Sociedad.
ACDE me permite descubrir diariamente otras realidades de empresas y encontrar a otros líderes que como yo están dispuestos a seguir construyéndose así mismos en la incesante búsqueda por ser mejores personas . Es en este intercambio permanente donde uno va encontrando en la propia empresa y en la comunidad la forma de compartir valores, que terminan siendo mucho más rentables que cualquier otra práctica o comportamiento cortoplacista o individualista. Esta cultura de que los valores son rentables la aprendí en ACDE.
Es precisamente en ese día a día donde ACDE me permite afrontar junto a otros las realidades y desafíos de las empresas desde el contexto que nos toca vivir a cada uno.
- ¿Qué destacás de ACDE hoy ?
Desde hace un tiempo atrás y sumado ahora a la impronta especial de su actual Presidente hay un convencimiento pleno de que ACDE sea una vez más un referente y protagonista en el ámbito empresarial y público y así incidir en nuestra sociedad con acciones concretas.
Hoy ACDE es cobijo para aquellos líderes y empresarios que tienen la capacidad humana de trascender la realidad inmediata y de buscar un sentido más profundo de su empresa o de su propia existencia. Es un lugar donde se valoran los éxitos empresariales pero asociado al valor humano de cada empresario y más allá de la dimensión de la empresa a la que pertenezca . En ACDE se trabaja por convicción y no para obtener beneficios más allá del valor agregado que reciben los socios.
Destaco la calidez y los valores humanos de sus integrantes . Buscamos líderes y empresarios que inspiren y ayuden a otros y somos conscientes, al mismo tiempo, de lo mucho que se le puede aportar al dirigente o líder de cada empresa. Solo a modo de ejemplo mencionó el impulso al proyecto “LIBERADOS”, un asunto muy delicado que nos afecta y nos compromete a todos. Hemos puesto en la agenda pública y privada el tema de “MARGINALIDAD”, para ver y entender de qué manera afrontamos como Sociedad este problema de siempre.
Destaco el poder participar de los grupos GREM o GADE. El primero como parte de un grupo donde se reflexiona sobre casos que presenta cada uno o temas de interés general en el ámbito de lo que nos sucede a los empresarios. ¿Qué mejor que tener un ámbito común donde reflexionar juntos inquietudes personales o empresariales? ¿Qué mejor que tener un grupo GADE donde tener el privilegio de formar una junta directiva con la participación de empresarios referentes que te aportarán su visión?
Por otra parte se han generado más espacios a los grupos de jóvenes pues consideramos que son ellos los agentes de cambio que forjarán los destinos de nuestras empresas y que incidirán en el rumbo de nuestro país.
- El año pasado brindaste algunas mentorías ¿qué podrías contarnos acerca de eso?
En estos casos un mentor acompaña a otro empresario o líder a descubrir nuevas perspectivas y que sus opiniones o consejos contribuyan a quien las recibe para su toma de decisiones. Es muy enriquecedor para ambas partes. Como Mentor me he sentido enormemente gratificado. Sin duda que uno recibe mucho más de lo que da.
- ¿Qué hace un directivo de ACDE?
Donar su tiempo personal. Ser directivo es asumir un compromiso de acción que requiere de coherencia y practicar valores innegociables. Es invitar a líderes y empresarios que adhieran a nuestra causa por convicción en nuestros valores cristianos y en el trabajo que venimos desarrollando. Es buscar ayuda y generar usinas de pensamiento para llevar adelante una hoja de ruta con propuestas concretas. Es propiciar diálogos participativos sin polarizaciones.
Es la responsabilidad de consolidar lo que predicamos, contagiar el entusiasmo para que muchas personas y empresas se sumen. Es generar contenidos desde una visión cristiana y así crear oportunidades a los dirigentes y líderes que con sus acciones diarias inciden en sus entornos. En definitiva el Directivo de Acde debe alinear su propósito personal y empresarial con el propósito de ACDE, “Mejores empresarios, mejores empresas, mejor país”.
Eso implica evaluar constantemente el rol del líder o dirigente de empresa y las competencias con que ha de contar en la actualidad dado el cambio de paradigma social que viene forjándose desde el cambio de siglo. Es propiciar estilos de liderazgo asociados a valores que se viven en toda organización, dado el efecto contagio que los líderes o dirigentes trasladan al resto de las personas . Es ayudarnos entre si ante los constantes cambios en que vivimos inmersos. Adoptar y adaptar esos cambios son vitales para la supervivencia de las empresas y para que estas derramen a la Sociedad el valor que de ellas se esperan.
Al fin de cuentas un directivo de Acde hace muchas cosas , pero en el hacer siempre está implícito la vocación de servir al bien mayor y al bien común.