Entrevista a Horacio Alvarellos, su trayectoria en GADE 2025 y la proyección para seguir viendo crecer a las empresas en 2026

Horacio Alvarellos se unió como facilitador del Programa GADE (Grupos de Apoyo al Desarrollo Eepresarial) en 2025, con un nuevo grupo que se sostuvo todo el año, formado por personas muy motivadas por ver crecer sus empresas. Su experiencia en el mundo corporativo, actualmente como director de IBF negocios, pero con una gran trayectoria previa, hace que su rol de mentor le surja de manera muy natural.
¿Cómo fue tu llegada a GADE y el inicio del grupo que facilitás?
Empezamos este año. La invitación surgió a través de Johana (Díaz Noble) y Marcelo (Scavuzzo), a quienes conocía de distintas etapas de mi vida profesional. Me pareció interesante la propuesta como una forma de devolver parte de las experiencias laborales que acumulé durante muchos años.
El grupo comenzó con ocho integrantes. Se suele decir que con el tiempo algunos se bajan, pero eso casi no pasó: solo tuvimos una baja, y el resto del grupo se mantuvo muy firme durante todo el año.
¿Cómo planteaste el proceso de trabajo con el grupo?
La primera parte del año la dedicamos a que cada integrante presentara su empresa. La idea inicial era que fuera algo breve, pero cada presentación terminó ocupando prácticamente una reunión entera, con mucho intercambio, preguntas y profundidad.
Eso fue muy motivador, porque permitió que todos conocieran en detalle los negocios de los demás y que aparecieran rápidamente temas comunes, más allá de que los rubros fueran muy distintos.
¿Qué puntos en común encontraste entre los participantes, pese a la diversidad de empresas?
Algo que se repitió mucho fue la sensación de soledad. Emprendedores y dueños de pymes que, aún siendo muy capaces profesionalmente, no tienen con quién compartir decisiones, dudas o inseguridades.
Aparecieron temas financieros, comerciales, de crecimiento, de inseguridad al tomar decisiones. El grupo GADE resultó muy valioso porque ofrece un ámbito de confianza donde esas conversaciones pueden darse con pares que están pasando por situaciones similares.
¿Qué es lo que más valorás del funcionamiento del grupo a lo largo del año?
El clima de confianza que se generó. No preparo las reuniones como una clase; salvo algunos temas puntuales que me pidieron, las reuniones fueron muy naturales. Escuchar activamente, ordenar la conversación y compartir experiencias fue la clave.
Se compartieron incluso situaciones personales muy delicadas que fortalecieron muchísimo el vínculo del grupo. Eso generó un nivel de intimidad y confianza que habilitó a hablar de cualquier tema, sin filtros.
Desde tu mirada, ¿qué le aporta GADE a un emprendedor o dirigente de empresa?
GADE ofrece una “oreja profesional”. Un espacio para hablar de los temas que no te dejan dormir a la noche, compartirlos con otros y ponerlos en perspectiva.
Muchas veces los emprendedores se “ahogan” en sus decisiones: ven el árbol, pero no el bosque. Escuchar que a otros les pasó lo mismo, y cómo lo resolvieron, ayuda muchísimo a tomar mejores decisiones.
Además, valoran mucho contar con alguien con más experiencia que haya gestionado empresas grandes y pueda aportar una mirada distinta, complementaria a la de sus pares.
¿En qué sentís que generás mayor impacto como facilitador?
Creo que en ayudar a pensar a largo plazo. Mirar la empresa a cinco años obliga a ordenar todo: ventas, estructura, recursos humanos, finanzas, financiamiento, crecimiento.
Cuando uno se plantea dónde quiere estar, empiezan a aparecer las decisiones necesarias para llegar ahí. Trato de aportar una mirada generalista, que ayude a construir una columna vertebral sobre la cual después cada uno profundiza según su realidad.
¿Qué te motivó a destinar tiempo a ser facilitador GADE, considerando tu agenda profesional?
No me veo dando clases tradicionales, pero el mentoreo es algo que hago naturalmente desde hace años. Este rol tiene mucho de eso: escuchar, compartir experiencias y acompañar procesos.
GADE es un espacio estructurado, pero muy conversado, muy humano. Eso fue lo que me motivó a aceptar y a seguir. Hoy me siento genuinamente comprometido con el grupo.
¿Cómo ves el impacto de GADE y su proyección a futuro?
GADE es un ámbito fabuloso para emprendimientos y empresas chicas y medianas. El intercambio que se genera es muy potente y tiene un impacto real en las decisiones de los participantes.
Ver cómo crecen las personas y sus empresas es lo que más motiva. GADE es ese espacio donde todos dan y reciben, donde se sienten escuchados y acompañados. Para mí, ese es su mayor valor y lo que explica por qué funciona tan bien.