A sala llena y en un ambiente ameno, participativo y profundamente inspirador vivimos un encuentro potente sobre uno de los grandes temas de nuestro tiempo: la inteligencia artificial. La diversidad generacional y profesional entre los asistentes nos recuerda que la vocación de liderazgo empresarial se nutre del encuentro, el diálogo y la apertura al cambio.
La Ing. Elisa Facio, presidenta de ACDE, abrió la conferencia llamando a los empresarios a enfrentar los nuevos desafíos y no perder el foco de que la centralidad debe estar en las personas.
“La IA está transformando el trabajo, la forma en la que decidimos y hacemos las cosas. En un país como Uruguay, con recursos naturales escasos y mercados exigentes, la IA no es una opción, sino una necesidad para mantener la competitividad y seguir creciendo con inteligencia.”
La conferencia fue esclarecedora: no hay tiempo que perder. Hay que empezar a usar la IA ahora, con criterio, con las herramientas disponibles, y con una mentalidad abierta al aprendizaje. Este fue el mensaje principal del ingeniero Nicolás Jodal, que hizo referencia a que esta es la tercera gran revolución tecnológica y desmitificó temores: “No confundamos inteligencia artificial con cerebro artificial. Las máquinas no piensan, no opinan.”
Jodal subrayó que el secreto está en saber preguntar y, sobre todo, en discernir la verdad: por eso, el pensamiento crítico es ahora más necesario que nunca.
Fue también una voz tranquilizadora: “Los trabajos no van a desaparecer, se van a transformar.”
Ante la pregunta clave —¿qué hacer con la inteligencia artificial?—, Nicolás Jodal recomendó tres pasos concretos:
- Usar las herramientas de consumo masivo disponibles (como ChatGPT, Gemini o Grok),
- Convertir los sistemas actuales de las organizaciones
- Usar asistentes personales y de agentes que automaticen tareas del backoffice.
Por su parte, Elisa Facio, cerró el encuentro con un mensaje para los dirigentes de empresas: “Sobre Inteligencia Artificial ciertamente no está todo dicho, pero sí está claro que la persona humana debe estar siempre en el centro”.
¿Qué nos llevamos del encuentro?
Una certeza: la IA no es opcional, y debemos integrarla con inteligencia, criterio y foco en las personas.
Una inquietud: seguir aprendiendo.
Un compromiso: que esta transformación puede hacerse con valores, propósito y compromiso con el bien común.