“Construir el bien común es un testimonio vivo de fe y esperanza”. Entrevista a Elisa Facio.

Tras su participación en el congreso de UNIAPAC, Elisa Facio, compartió los momentos más significativos, el impacto de la presentación del programa Liberados y el llamado a los socios de ACDE a involucrarse en estas experiencias transformadoras.

¿Qué momento o actividad destacarías como más significativo del congreso?
Lo más significativo del congreso fue la experiencia de estar con otros dirigentes de empresa con los mismos valores, que trabajan por la mejora de sus públicos de interés y el bien común, generando lazos fraternos y compartiendo buenas prácticas de cómo tener a la persona en el centro. Esto es intransferible.

Me encantaría que los socios de ACDE aprovecharan oportunidades como esta. Tal vez ir a encuentros como los de ACDE Argentina o de otros países de la región sea una buena aproximación. Lo que se vive en chico en ACDE Uruguay se multiplica por mil en estos encuentros inmersivos.

Si tuviera que destacar una ponencia en particular sería “La Esperanza en el año del Jubileo desde la Noble Vocación Empresarial”, presentada por Monseñor Héctor Pérez, Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano. La invitación fue a tener coraje, avanzar a pesar del miedo; encontrar nuestro talento, hacerlo brillar y multiplicarlo a favor del Reino.

La presentación del programa Liberados de ACDE Uruguay, por parte de Eduardo Ottonelli, también fue un momento muy significativo. Eduardo transmitió tanta pasión y compromiso que fue muy emocionante y generó mucho interés entre los asistentes.

¿Qué aprendizajes clave se llevaron de este congreso?
Todos podemos hacer más por ayudar y colaborar para el desarrollo de las personas y de la sociedad. Cada uno, desde el lugar que ocupa y basado en sus propios talentos, tiene un rol para cumplir. Debemos darnos tiempo, reflexionar y orar pidiendo a Dios la gracia de dar y de darnos, para hacer bien el bien.

¿Hubo ideas o propuestas de otros países que podrían inspirar nuevas iniciativas en ACDE?
Encontré muy valioso el programa “Empresas sin pobreza”, más conocido como semáforo social o de la pobreza, presentado por Martín Burt de Paraguay. Propone la medición de la pobreza como una autoevaluación realizada por los mismos involucrados. Basado en un sistema de indicadores y en sus propios intereses, cada familia puede establecer un plan familiar de desarrollo para superar la pobreza.

El programa es impulsado por los empresarios entre sus colaboradores para obtener un semáforo intramuros de la realidad con el objetivo de lograr precisamente empresas sin pobreza.

¿Cómo crees que la participación en el congreso fortalece la misión de ACDE?
Estar en contacto con otras organizaciones que, al igual que ACDE, trabajan para motivar y apoyar a los líderes empresariales genera una sinergia muy valiosa. Se traen muchas ideas y acciones para llevar a cabo, pero sobre todo se vivencia la convicción de que es posible hacer empresa poniendo a las personas en el centro.

Finalmente, en su Conferencia Magistral, José Antonio Lozano Díez, Presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad Panamericana e IPADE, presentó un “Decálogo del empresario cristiano”. Se trata de una guía detallada de cómo actuar en la empresa según el pensamiento social de la Iglesia. Sin duda, un aporte valiosísimo para nuestras actividades, que presentaremos próximamente en ACDE Uruguay.

¿Qué mensaje final te gustaría compartir con los socios de ACDE?
Construir el bien común desde la acción empresarial es un testimonio vivo de fe y esperanza. Estamos llamados a ser misioneros en la empresa, testigos valientes en un mundo indiferente.

This is a staging environment