Conversamos con Ana Inés Arrospide, Cecilia Falco, Luis Gallo y Diego Wollheim, socios y miembros del equipo directivo de ACDE para reflexionar sobre la temática.

En un contexto en el que a veces se asocia la figura del empresario con decisiones puramente económicas, desde ACDE, convencidos de que las personas son el centro de toda decisión, sostenemos que no solo es posible vivir y liderar con valores, sino que es necesario para que las empresas sean sostenibles en el tiempo.

Hoy las organizaciones se enfrentan a una sociedad que reclama propósitos claros. Como bien señala Inés Arrospide, gerenta general de Manpower: “Hoy las personas buscan trabajar en empresas que compartan sus valores, que les den propósito. Vivir y liderar con valores es mucho más que una declaración, es una práctica diaria. Como apunta Arrospide, “Los valores se cultivan todos los días. Están en cómo tomamos decisiones difíciles, en cómo tratamos a los demás cuando nadie mira, y en cómo elegimos ser líderes incluso cuando no tenemos todas las respuestas.” Este trabajo silencioso es el que hace que la empresa tenga una brújula clara, incluso en tiempos difíciles.

Diego Wolheim, CEO de Montes del Plata, fue muy enfático “los valores son clave también para ganar dinero en una empresa, pero el centro, sin lugar a dudas, son las personas, y no significa eso que seas una empresa de beneficencia, que no tengas los límites bien claros”.

“Trabajo con un gran objetivo: que la empresa le pueda ir mejor; y no hay forma que la empresa le pueda ir mejor sin que a la gente que somos la empresa nos pueda ir bien, y eso va más allá de lo puramente económico”.

En la misma línea, Cecilia Falco, directora de Asuntos Corporativos en Grupo Disco, refuerza la importancia del factor humano: “Las empresas son lo que es su gente, y vos tenés que trabajar con la gente y con sus valores.” Para ella, los valores son los que evitan que perdamos el rumbo cuando las aguas se ponen turbulentas. “Ahí es donde se ponen en juego las decisiones y toman fuerza los valores”. Falco hizo referencia también a la cercanía las personas como clave.

Ese liderazgo cercano es también el que hace que los equipos sean sostenibles en el tiempo. Luis Gallo, CEO de Teyma, es categórico al respecto: “Hay que ser coherente entre el discurso y la acción, siempre de la mano de la transparencia”. Para Gallo, la confianza es esencial para que los equipos se comprometan: “Si tu equipo no te cree, no te acompaña. Por eso es clave valorar el trabajo en equipo y ser humildes para reconocer el logro de cualquier miembro que aporte algo destacable.” Esta “cultura de reconocimiento” es para él un componente esencial para que las personas se sientan parte de algo más grande que ellas mismas.

Sobre la pregunta ¿Te encontraste alguna vez frente a un dilema entre la rentabilidad y tus valores?

Inés Arrospide señaló, “Traicionar los valores no es una opción. No es una variable más en la ecuación. Es el límite que define si algo se hace o no se hace”. Por su parte Cecilia Falco recordó que como auditora interna le ha tocado detectar situaciones de fraude y señaló al respecto: “Todos queremos ganar dinero, pero no podemos permitir ciertos comportamientos para lograrlo. Se puede hacer las cosas bien y obtener rédito económico igual”.

Diego Wollheim recordó una decisión difícil a la que se enfrentó en el funcionamiento de la planta y cómo para no pasar por alto mínimamente los valores de la empresa, prefirió parar la planta y asumir una pérdida millonaria y al respecto destacó que “si no hacés lo correcto en estos momentos ¿qué valor transmitís? Al final, todo lo que decís por un lado, no sos consecuente.”

En definitiva, los testimonios de estos líderes nos muestran que la rentabilidad y los valores no solo pueden ir de la mano, sino que se potencian. En ACDE estamos convencidos de que vivir y liderar con valores es la mejor inversión que puede hacer una empresa, y que la única manera de navegar con éxito es, justamente, manteniendo bien firme el timón de los principios que nos guían.