“Lo que yo doy no es nada al lado de lo que recibo.” Entrevista a Eduardo Ottonelli.

¿Cómo fue tu experiencia en UNIAPAC?
Fue mi primera experiencia y volví encantado, sorprendido. UNIAPAC es un grupo de asociaciones, un gran grupo de gente buena haciendo cosas buenas. Se abordan temas de infancia, alimentación, educación… todos con el mismo objetivo de mejorar y tomar acción.

¿Cómo recibieron la presentación que hicieron desde ACDE?
La devolución fue muy positiva. Presentamos el trabajo y cómo lo hacemos y fue algo que caló en este público, los motivó. Ninguna otra asociación había presentado nada relacionado con Liberados, y se entendió que, como empresarios, tenemos la ventaja de motivar a otros colegas a dar oportunidades.

Para mí, una de las cosas más lindas de dirigir una empresa es poder dar empleo. Y cuando además damos empleo a alguien que cumplió una condena, es una forma de devolverle parte de su dignidad y de su sentido ciudadano. Eso fue muy valorado por los participantes, hubo muchos interesados en profundizar más.

¿Qué aspectos se destacaron de la presentación?
Mostramos la parte más formal: cómo nos organizamos, el trabajo de contacto con empresas, la capacitación en COMCAR y Punta de Rieles, y el sistema de acompañamiento, con decenas de voluntarios que acompañan el camino de reinserción.

Pero como era un ámbito de colegas con sentido cristiano, también pudimos compartir cómo esta experiencia te transforma a nivel personal. Yo quise transmitir algo que siempre digo: “Lo que yo doy no es nada al lado de lo que recibo.”


Muchas asociaciones hacen excelentes proyectos, pero lo que más llamó la atención fue esta mirada del día después: la preocupación por cómo ayudar a estas personas, que mayormente son jóvenes, cómo reafirmar el deseo de empezar una nueva vida.

¿Por qué ACDE se involucra en esta temática?
Por el sentido profundo que tiene nuestra misión como asociación comprometida con los valores cristianos. Esto está directamente vinculado con los mensajes de Jesús: “Estuve preso y me fuiste a visitar.” Y también con el llamado del Papa Francisco, que hacía mucho énfasis en que todos tienen derecho a salir adelante, algo que él mismo ha repetido en sus visitas a las cárceles.

En ACDE sentimos un llamado cristiano a atender a los más vulnerables, y los liberados están entre ellos.

¿Qué momento del congreso te resultó más significativo?
El congreso en sí fue una experiencia espiritual; todas las mañanas comenzaban con una misa, con reflexiones muy interesantes. Realmente uno se siente acompañado al ver la cantidad de empresarios en toda Latinoamérica preocupados por la dignidad de las personas y el bien común.

¿Qué mensaje final te gustaría dejar?
Que estos encuentros valen la pena el esfuerzo. Me gustaría invitar a los socios de ACDE a participar cuando haya oportunidad, tanto de congresos, como de las actividades que se realizan en Argentina, porque son experiencias muy ricas de intercambio empresarial y humano. 

Y me parece importante hacer un llamado a invitar a las nuevas generaciones de empresarios a integrarse a ACDE, porque la asociación tiene mucho para dar en distintos ámbitos. 

This is a staging environment