En ACDE, nos une mucho más que una visión empresarial; nos unen los valores que guían nuestras decisiones y acciones. A lo largo de los años, hemos sido testigos de cómo distintas generaciones de empresarios, con perspectivas y desafíos propios de cada época, encuentran puntos en común al trabajar bajo los mismos principios universales. A continuación, compartimos las reflexiones de dos socios de nuestra organización: Jorge Costa, con una vasta trayectoria como dirigente empresarial, y Pablo Giampedraglia, un joven socio que aporta su energía y frescura a la comunidad. Aunque provienen de realidades diferentes, ambos coinciden en la importancia de aplicar los valores éticos en la vida profesional y personal, y en cómo ACDE ha sido un espacio para el encuentro y el crecimiento mutuo.
Jorge Costa: La sabiduría de los años y el compromiso con los valores
Con más de 30 años como socio y expresidente de ACDE, Jorge Costa ha vivido y gestionado decisiones difíciles que han marcado su carrera. Para él, ser un dirigente empresarial implica constantemente equilibrar la rentabilidad con el compromiso ético.
“Tus valores en acción” significa para Jorge un proceso continuo de toma de decisiones, donde cada acción empresarial se enfrenta al desafío de mantener un equilibrio entre los principios de la empresa y los valores que guían su vida personal y profesional. Para él, un empresario debe asegurar que sus decisiones no solo busquen el bien económico, sino también el bien común, respetando la dignidad de las personas involucradas en su entorno.
Un ejemplo que Jorge menciona con claridad es cuando enfrentó la difícil decisión de reducir la nómina de personal en una empresa que dirigía. A pesar de las consecuencias personales que esto implicaba para los empleados, la decisión fue tomada con el objetivo de asegurar la viabilidad de la empresa a largo plazo, lo que permitió mantener el empleo de la mayoría. Para él, la búsqueda constante de equilibrio es lo que guía a un buen líder empresarial.
Respecto a los cambios en el liderazgo empresarial, Jorge señala que la evolución ha sido notable, sobre todo en cuanto a la adopción de nuevas tecnologías y la horizontalidad de las estructuras organizacionales. Sin embargo, las enseñanzas de las generaciones anteriores siguen siendo valiosas, sobre todo en cuanto a la importancia de la ética y la visión integral de la empresa.
Finalmente, Jorge atribuye la permanencia de ACDE a su “firme adhesión a los principios universales” y a la claridad de su misión. A través de los años, ACDE ha sido un faro que guía a los empresarios a desarrollar una gestión basada en valores humanos, más allá de los intereses gremiales. Este enfoque, que hoy se refleja en movimientos como las empresas B, demuestra que ACDE ha sido pionera en promover un modelo de negocio responsable y ético desde sus inicios.
Pablo Giampedraglia: La mirada joven y el compromiso con el futuro
Por otro lado, Pablo Giampedraglia, un joven socio de ACDE, comparte su visión de la organización como un espacio de reflexión y acción en torno a los valores cristianos. Para él, “Tus valores en acción” no es solo un lema, sino una oportunidad para vivir de manera coherente esos principios en todas las áreas de su vida. A través de las actividades y el entorno que ofrece ACDE, Pablo ha logrado integrar estos valores en su vida profesional y personal, destacando la transparencia y la cooperación como pilares fundamentales en su forma de trabajar.
Un ejemplo claro de cómo estos valores guían su vida empresarial es su apuesta constante por alianzas basadas en la confianza. La cooperación con otras empresas ha sido clave en su desarrollo, y está convencido de que esta colaboración ética es una forma de fortalecer el tejido empresarial y de contribuir al bien común.
Respecto a los desafíos de liderar una empresa, Pablo subraya que, aunque los principios esenciales del liderazgo siguen siendo los mismos, las circunstancias cambian constantemente. El contexto actual exige una gran capacidad de adaptación, pero también es fundamental aprender de las experiencias de empresarios de generaciones anteriores. Escuchar esos testimonios, como los que se comparten en los encuentros de ACDE, le ha permitido entender mejor los desafíos y las oportunidades del camino empresarial.
Para Pablo, la permanencia de ACDE se debe a su misión clara y relevante, que sigue siendo tan actual hoy como cuando la organización fue fundada hace 72 años. A lo largo de las décadas, ACDE ha logrado mantenerse fiel a su objetivo de servir a la sociedad a través del desarrollo ético y responsable de los empresarios, brindando un espacio único para aquellos que buscan una gestión empresarial basada en el bien común.
Un legado compartido: valores para el futuro
A pesar de las diferencias en la experiencia y las perspectivas de cada uno, tanto Jorge como Pablo coinciden en la importancia de aplicar los valores cristianos en la vida empresarial y en el liderazgo. Mientras Jorge aporta la sabiduría de los años y la experiencia de haber enfrentado momentos críticos, Pablo trae la energía de la nueva generación, con un enfoque renovado y un compromiso con la adaptación al cambio.
Ambos coinciden en que ACDE ha sido un lugar clave para intercambiar aprendizajes y fomentar una visión empresarial ética y humana. El diálogo entre generaciones enriquece a la organización, permitiendo que los valores compartidos sigan siendo el motor de una gestión empresarial responsable, tanto en el presente como en el futuro.
Conclusión: El futuro es de todos
El testimonio de ambos socios, Jorge y Pablo, refleja cómo ACDE sigue siendo un espacio vivo de intercambio, donde las generaciones se enriquecen mutuamente y comparten un mismo objetivo: llevar los valores cristianos a la acción empresarial. Con 72 años de historia, ACDE continúa demostrando que las bases sólidas de la ética y el compromiso social siguen siendo la clave para una gestión exitosa, ahora y siempre.