Desde el año pasado ACDE está abocada a promover una mayor discusión en medios académicos sobre el tema de la marginalidad, con el fin último de generar insumos que puedan ser útiles políticas públicas. Para ello convocó a un amplio grupo de centros de estudios, entre los que se encuentran Agora, CERES , CED, CINVE , Etcétera, Instituto Cuesta Duarte, Universidad Católica del Uruguay, Universidad de Montevideo y Universidad de la República, los cuales han venido manteniendo reuniones periódicas.
Un documento basado en un artículo del Ec. Fernando Esponda (del instituto Etcétera) en La Diaria, resume el foco de la iniciativa:
“Si del universo posible de indicadores para resumir el desarrollo de un país hubiera que elegir cuatro y sólo cuatro, podría decirse que el producto interno bruto (PIB) per cápita, el índice de desarrollo humano (IDH), el índice de Gini y el índice de pobreza constituyen un set razonable. Su evolución en Uruguay a lo largo del primer cuarto del siglo XXI nos brinda una imagen positiva del avance del país. […] Sin embargo, algunos fenómenos recientes escapan a esta batería de medición.
En particular, hay una serie de indicadores vinculados a lo que podemos llamar “el margen” o “la marginalidad”, que nos muestran otro panorama del país. Estos indicadores incluyen la cantidad de personas privadas de libertad, la cantidad de personas en situación de calle, la cantidad de homicidios y la cantidad de suicidios. Su deterioro en los últimos 25 años invita a comenzar a tomar la dimensión de la marginalidad en la medición de desarrollo, de modo de profundizar en su entendimiento y poder revertir situaciones de privación que nos duelen e interpelan como sociedad, y que nos cuesta resolver.
Para focalizar esfuerzos, dichos centros de estudios acordaron centrarse en el conjunto de personas privadas de libertad, población que parece ser un núcleo duro de la marginalidad y sobre la cual hay poca investigación; en particular sobre sus procesos y los de sus familias, relacionados a lo educativo, la inserción laboral, la salud, la recepción de asistencia del Estado, los problemas de adicciones, la situación de calle y la actividad delictiva.
Para tener información sobre esta población, con el apoyo de ACDE y la colaboración del Ministerio del Interior, MIDES y el Instituto Nacional de Estadísticas, se avanzó en generar una base de datos inédita que permitirá entender mejor las raíces de la actividad delictiva y los procesos luego de la privación de libertad, e identificar los factores que contribuyen a perpetuar y/o profundizar los círculos de exclusión.
La identificación de determinantes y consecuencias del delito a nivel local permitirá, a su vez, producir mejores recomendaciones de políticas. Se está avanzando, además, en buscar apoyos de organismos internacionales que permitan dar un mayor sostén económico a la iniciativa y proyectos de investigación particulares.